terraza-valencia-teodora-2

Terraza Valencia

Ubicada en un entorno urbano exclusivo, la Terraza Valencia se convierte en un refugio de serenidad y estilo diseñado para el disfrute durante todo el año. Bajo una elegante pérgola de madera tropical, la terraza integra una acogedora zona de chill-out y comedor, que combinan pavimento porcelánico y mobiliario en tonos neutros, envueltos por vegetación exuberante que brinda frescura y privacidad. Este oasis urbano invita a momentos de relajación y convivencia en un ambiente sofisticado que se funde con el entorno natural, creando una experiencia de tranquilidad en pleno corazón de la ciudad.

Esta terraza del centro de Barcelona es una pequeña, pero completa burbuja climática aislada del ruido y la contaminación de las calles del Eixample.

Sus habitantes, una joven familia con hijos, se enamoraron del piso por las posibilidades que tenía la terraza. Se mudaban de una latitud más alta, por lo tanto, el clima de la capital catalana para ellos es cálido, y los exteriores se convierten en lugares muy aprovechables durante la mayor parte del año.

Teniendo estos antecedentes en cuenta, Teodora proyectó un espacio con mucha comodidad, teniendo mucho mimo en la selección de mobiliario, como si se tratase de un salón interior.

El suelo tenía una pendiente muy pronunciada que se tuvo que corregir con un escalón en el pavimento de madera técnica justo en la mitad del patio. En la parte más elevada y alejada de la vivienda se propuso la zona de relax con dos sofás de exterior de inspiración autóctona menorquina. Estos sofás están compuestos por dos y tres plazas de asientos de gran confort, con cojines de respaldo de diferentes tamaños y colores, dos mesitas auxiliares cerámicas con formas orgánicas, y una lámpara de pie que proyecta la luz acogedora de un espacio interior en el exterior. A un lateral y limitando con el desnivel, se ha instalado una columna de ducha de diseño Teodora con la misma madera que la tarima.

Esta zona chill out está cubierta del sol con una pérgola de listones de madera tropical dispuestos en forma de espiga para aportar vitalidad y romper con la uniformidad lineal del pavimento. Se aprovecha también la pérgola como soporte de iluminación cenital con focos direccionables y de un práctico ventilador con aspas de madera que no solamente disipa el calor, sino que también ahuyenta a los molestos mosquitos.

En la parte baja del escalón y más cercana a la vivienda, se ha dispuesto la zona de comedor con el protagonismo de una gran mesa de 240 cm con sobre de material cerámico, una estructura ligera de aluminio de alta resistencia y patas de madera tropical. Acompañan a la mesa seis funcionales y holgadas sillas con respaldo y asiento de hilatura sintética trenzada manualmente, y estructura de teca sin tratar.

La zona del comedor se protege de los rayos UVA y de miradas ajenas con un toldo motorizado con mando a distancia de más de cinco metros, de brazos invisibles y tejido screen blanco gris. Incluye un sensor de viento que recoge automáticamente el toldo en caso de condiciones adversas.

La vegetación arbustiva, frondosa e irregular, enmarca perimetralmente los tres lados de la terraza con un embellecedor metálico de color gris carbón diseño de Teodora que perfila el escalón, y cuya linealidad se ve quebrada por unas macetas de terracota de diferentes diámetros con especies aéreas y rastreras de texturas desiguales. La intimidad se ve reforzada con un cerramiento de mimbre natural sobre la valla de forja existente.

Esta terraza de la calle Valencia se ha convertido en el espacio más utilizado por la familia, y el más deseado por los invitados y vecinos del interior de la isla.