Las terrazas a nivel de vivienda ,como la Terraza de Major de Sarrià, son las más aprovechadas por doble razón: por su uso evidente e intrínseco al aire libre y, por su contemplación y accesibilidad desde el interior del hogar. No quiere decir que las que estén en otro nivel de la vivienda sean menos terrazas, pero no las disfrutamos con igual intensidad.
Esta terraza lo tiene todo: nivelada con la vivienda, promoción de nueva construcción con materiales de primera calidad y anexa a un edificio histórico de gran valor paisajístico del que se nutre simbióticamente.
Este proyecto de exterorismo se realizó en colaboración con la interiorista Elena Prats. La propuesta de distribución no fue lo más complicado, pues dispone de una zona ancha donde se han ubicado el comedor y la zona chill-out, y otra zona más alargada que sólo se disfruta desde el interior, con unas vistas del parque de coníferas colindante.
Se accede a la terraza desde el salón y lo primero que encontramos es la mesa del comedor con estructura metálica y sobre porcelánico, todo de color negro, con cuatro sillas de cuerdas tensadas de color beige y armazón tubular en negro. Una fina lámpara de pie de color negro se inclina discretamente por un lateral de la mesa. Todo muy ligero visualmente tanto en materialidad como en contrastes de color.
A un metro escaso nos topamos con los sofás modulares de exterior de gran solidez, confeccionados con espuma de diferentes densidades para un confort máximo y tapizados con tela outdoor de color arena claro. En el centro, una mesa auxiliar circular también con estructura metálica y sobre porcelánico de color negro. En frente del sofá, sillón fabricado en tubo de aluminio de alta resistencia y rattan sintético acabado en pintura epoxi texturizada de color negro.
La zona de descanso queda delimitada por el suelo con una alfombra de aspecto de fibras naturales color coral, pero está fabricada con PET reciclado procedente de botellas de plástico. Protegida del sol y la lluvia con una pérgola de listones de madera tropical con sobre de placas de policarbonato transparente que, junto al calefactor, alargará la temporada más allá del otoño. De la pérgola cuelgan dos lámparas de techo, una en cada lado de los sofás, con pantallas cónicas de ratán para ofrecer una iluminación ambiental.
Todo el pavimento de la Terraza Major de Sarrià se ha unificado para reforzar la continuidad con piezas porcelánicas de color cemento de 60 x 120 x 2cm colocadas a matajunta.
La vegetación se ha plantado en jardinera metálica corrida de color gris marengo recorriendo todo el perímetro exterior y a dos niveles de altura. Se han seleccionado arbustivas de 2m en el nivel más bajo, trepadoras y rastreras en el primer nivel alto, y arbustiva pequeña en lateral colindante con el parque.
Aprovechando el saliente del murete donde se apoya la jardinera corrida se ha iluminado con tira led cálida dibujando todo el perímetro exterior. También se ha instalado iluminación de acento sobre la vegetación para que por las noches los límites de la vivienda vayan más allá del cerramiento acristalado. Desde Teodora se ha tenido en cuenta la gama cromática y las texturas de la fachada (acero, cemento y madera) en todo el proyecto exterior aportando armonía óptica y coherencia al concepto.