Frente a estas vistas espectaculares al mar, diseñamos un chill out bajo pérgola para contemplar la gran bahía desde la ubicación de la Terraza Costa Brava. Vegetación mediterránea, jardineras metálicas, cocina barbacoa y zona comedor bajo otra gran pérgola forman parte de un espacio único creado para disfrutar del aire libre con olor a sal.
En la primera visita antes de las obras nos encontramos con una terraza de grandes dimensiones, pero sin vegetación ni sombras y con materiales ya deteriorados por la erosión del salitre, que no invitaba a su disfrute.
El objetivo principal del proyecto Terraza Costa Brava fue la creación de las sombras porque eso es lo más indispensable para disfrutar de una terraza en verano. Se proyectaron dos pérgolas, dado que la zona del chill out y la del comedor se encontraban separadas, y se cubrieron con listones de madera tropical. Se anclaron con los mínimos elementos verticales para no obstaculizar el goce de las espléndidas vistas del Mediterráneo. El espacio resultante entre estas dos zonas se destinó para la zona de baños de sol.
Para acompañar el camino desde las pérgolas hasta la zona de la cocina con barbacoa se diseñaron unas jardineras metálicas de hierro pintadas en marrón óxido, tanto perimetralmente como de forma exenta. Junto con macetas de grandes dimensiones, permitieron la plantación de árboles frutales, arbustos y plantas aromáticas de carácter mediterráneo, haciendo del verde el protagonista de esta terraza.
Para las zonas bajo las pérgolas y el recorrido hacia la cocina se optó por un pavimento efecto madera de roble, y para el resto de la superficie se escogió un material porcelánico en piezas de gran tamaño, pensando sobre todo en su durabilidad, y en que fuera respetuoso con las texturas de las piedras que componen las paredes originales de la estructura del edificio.