Los propietarios del Ático Girona, una familia de cuatro personas, dejaron claro que la terraza tenía que ser un espacio de reuniones y celebraciones multitudinarias donde dar cabida a la agitada vida social que tienen entre familiares, amigos y acontecimientos profesionales. Y además que se pudiera disfrutar a lo largo de las cuatro estaciones.
El espacio intervenido está dividido en tres terrazas repartidas en tres niveles diferentes. En la planta inferior encontramos un gran comedor de 24 m² cuadrados con espacio para diez comensales, rodeado de jardines verticales y cubierto con una pérgola alistonada protegida de la lluvia con una capa de policarbonato. El pavimento es de madera tecnológica de bajo mantenimiento de color gris. El mismo material en el suelo se repite en todas las terrazas para dar continuidad de un espacio al otro. Junto a este comedor converge un chill out de 63 m² también enmarcado de vegetación y cubierto por una pérgola de toldos de ondas retráctiles. Tanto el chill out como los colchones, almohadas y pufs, y las mesas de centro metálicas son hechos totalmente a medida. Las butacas negras de estructura ligera nos permiten más versatilidad en el uso de esta zona y las luces solares portátiles de inspiración nipona y las farolas de formas rectangulares nos aportan iluminación ambiental.
La terraza de la planta intermedia está comunicada a través de unas escaleras con la terraza inferior. Lo primero que nos encontramos al subir por las escaleras es una cocina de carácter profesional de acero inoxidable equipada con superficie de cocción, zona de lavado manual, almacenamiento, frigoríficos y lavavajillas. La pared posterior de la cocina está panelada con madera técnica alistonada y recubre dos puertas. Una es un pequeño almacén y la otra es un lavabo completo de dimensiones confortables con ducha, váter y dos lavamanos. Los materiales empleados comparten gamas cromáticas y confluyen en un espacio elegante y luminoso.
Al otro lado de las escaleras encontramos un comedor de 21 m² para doce comensales. La mesa con sobre cerámico está hecha a medida por el equipo de Teodora y tiene un pie de hierro con forma escultórica. El revestimiento de las paredes está hecho con la misma madera tecnológica utilizada de pavimento. Y casi toda la superficie de esta terraza está cubierta por una pérgola de estructura de hierro, alistonada con madera tecnológica y protegida de la lluvia con una capa de policarbonato. Junto a este comedor rivaliza en dimensiones un chill out de 36 m² con asientos a cuatro bandas y dos mesas de centro hechas a medida por el equipo de Teodora, con estructura de aluminio, recubiertas de porcelánico y con un fuego de etanol en medio. Esta zona chill out incluye un fantástico armario metálico hecho a medida para hacer las funciones de bodega de una selección de botellas de vinos, de soporte para una gran pantalla de televisión y de almacenamiento. El módulo central del sofá de la zona chill out lleva ruedas, permitiendo su rotación para encararse totalmente en dirección a la televisión. Todo este espacio de la terraza está aislado térmicamente con cierre de cortinas de vidrio correderas perimetrales.
Fuera de este cierre, pero en el mismo nivel y completamente a cuerpo descubierto, tenemos la zona de bar. El protagonismo aquí se lo lleva una barra hecha a medida con una estructura de hierro, revestimiento con textura estriada y sobre porcelánico. A un lado de la barra hay una zona pavimentada con material cerámico antideslizante y junto a la valla encontramos dos estanques con juncos hechos a medida para integrar la salida de humos de la finca en el paisaje. Al otro lado de la barra, para cubrir las necesidades de unos buenos sumilleres como son los propietarios de este paraíso, se ha hecho a medida un armario estanco con la misma madera que el pavimento para proteger dos vinotecas de gran capacidad. Y como el hielo no puede faltar en ninguna fiesta, en la pared panelada con madera técnica alistonada hay una discreta puerta que esconde una máquina de hielo profesional para que ninguna ola de calor arruine la fiesta.
Para acabar, subimos de nivel literal y metafóricamente con la terraza de la piscina. Zona de 72 m² completamente descubierta para aprovechar todos los rayos del sol. El pavimento flotante es cerámico antideslizante de 60 x 60 cm y dos centímetros de grosor y el revestimiento que enmarca el solárium es de la misma madera alistonada de las terrazas inferiores. Discretamente empotrada en la pared alistonada encontramos una ducha de gran utilidad para cuando lo que apetece es solo remojarse un poco. La piscina se ha construido con gresite de color negro, dando un toque de sofisticación al baño y mucha profundidad al agua. Los siete 7 metros lineales de chill out, hecho a medida con la misma madera del revestimiento que continúa de las escaleras de acceso, nos invita a disfrutar del paisaje y a huir del ruido y el estrés de la ciudad.