El proyecto exterior de los Jardines Amargós para el Festival Grec de Barcelona se centró en la creación de un espacio que sirviera tanto como lugar de encuentro para los asistentes como reflejo da la esencia de la ciudad a través de su diseño. Inspirado en los quioscos modernistas de principios del siglo XX, el diseño buscó recuperar la estética y el espíritu de aquellos espacios emblemáticos, adaptándolos a las necesidades de un evento cultural tan importante como el Grec.
Una parte fundamental del proyecto fue el diseño de las casetas y barras de bar. Estas estructuras se realizaron de acuerdo con las formas y detalles típicos de la época modernista, pero con materiales y técnicas actuales para garantizar durabilidad y funcionalidad. La disposición de las casetas permitió organizar de manera eficiente el espacio, asegurando que cada zona tuviera una función definida, desde los puntos de venta hasta las áreas de descanso, facilitando el flujo de los visitantes sin generar aglomeraciones.
La iluminación fue otro elemento clave en este proyecto. Para crear una atmósfera única durante las noches del festival, se utilizó una iluminación que combinó tanto elementos decorativos como funcionales. Las luminarias se diseñaron pensando en resaltar las formas arquitectónicas de las casetas y en proporcionar suficiente luz en todo el espacio, sin perder la esencia cálida y acogedora que caracteriza a los festivales al aire libre. Las lámparas de bajo consumo se colocaron de manera estratégica para crear zonas iluminadas que destacaran sin interferir con el ambiente nocturno.
La señalética también fue parte integral del diseño. Siguiendo la misma línea estilística, se diseñaron elementos que guiaran a los asistentes de manera clara y elegante, sin romper la armonía del entorno. Los carteles y señales fueron diseñados para ser fácilmente visibles y funcionales, pero también para encajar perfectamente en el ambiente, reforzando el carácter del lugar.
Además, en el diseño se incorporaron detalles que evocan el patrimonio cultural de Barcelona, manteniendo siempre una conexión con el entorno. Este proyecto demuestra cómo un espacio al aire libre no tiene que ser únicamente transformado para cumplir una función práctica, sino también para ofrecer una experiencia sensorial que enriquezca la interacción de los asistentes con el entorno. El resultado es un espacio que combina historia, funcionalidad y estética, creando un ambiente único para el Festival Grec de Barcelona.